Los misteriosos templos de Angkor, frondosos bosques, vibrantes aldeas, poderosas cascadas, elefantes salvajes, delfines de agua dulce, playas paradisíacas, ciudades ajetreadas y grandes extensiones de naturaleza salvaje. Menos turística que su vecina Tailandia pero con mucho que ofrecer a los visitantes, Camboya es un destino perfecto para combinar aventura y relax bajo el sol.
La mejor época para visitar Camboya es entre noviembre y abril, cuando llueve muy poco. Durante este tiempo, se verá un cielo azul claro, lo que lo convierte en un buen momento para disfrutar de una escapada relajante en la costa sur.
Fuera de la estación seca, la humedad aumenta y llegan las lluvias, lo que ayuda a los agricultores camboyanos a cultivar sus cultivos. Sin embargo, el campo es exuberante y verde, los ríos están llenos y fluyen y los templos están tranquilos. Este es el mejor momento para visitar algunos de los templos exteriores, que a menudo estarán desiertos. Al final del verano, una de las verdaderas maravillas de Camboya cobra vida: el Tonle Sap, el lago de agua dulce más grande del sudeste asiático y hogar de las aldeas flotantes de Camboya.
No hay un mal momento para visitar este destino, depende de las actividades que quieras hacer
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